Fuente: El Espectador
En un emotivo testimonio, la esposa de Miguel Uribe compartió con el mundo un mensaje de gratitud, amor y un llamado a la unidad, tras la trágica partida de su esposo. Con profunda entereza, expresó su agradecimiento al equipo médico, especialmente al Dr. Jaquim, por sus incansables esfuerzos en la lucha por la vida de Miguel. Reconoció el propósito divino en los dos meses que compartieron antes de su muerte, un tiempo que le permitió prepararse para este doloroso momento.
Miguel Uribe fue pintado como un hombre excepcional, un alma multifacética que encontraba alegría en el canto, el ajedrez, el piano y la composición. Pero, más allá de sus pasiones personales, Miguel dedicó su vida a su familia, su pilar fundamental. Para su nación, Colombia, su sueño era un anhelo de paz y unidad, una visión de un país donde ningún niño experimentara el dolor de una familia rota.
El corazón de su mensaje resonó con una poderosa súplica: honrar la memoria de Miguel con amor, paz y unidad. En un acto de profunda sabiduría, rechazó cualquier manifestación de violencia o venganza por su muerte, abogando por un camino de reconciliación.
Finalmente, la búsqueda de justicia se erigió como un faro, no solo para Miguel, sino para toda Colombia, entendiendo que la justicia es el cimiento de una democracia fuerte y el camino hacia un país verdaderamente equitativo.