
Fuente: VOZ
Un estudio reciente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el instituto polaco NASK reveló que uno de cada cuatro empleos en el planeta podría verse transformado por la irrupción de la inteligencia artificial generativa. El informe advierte que el impacto no será uniforme: los países con mayores ingresos presentan una exposición más alta, llegando hasta el 34 %, y los trabajos administrativos —tradicionalmente ocupados por mujeres— se encuentran entre los más vulnerables.
Lejos de plantear un escenario de reemplazo inmediato, la investigación subraya que en muchos casos la IA no eliminará los puestos de trabajo, sino que modificará las tareas y exigirá nuevas habilidades, especialmente en áreas de gestión de información, traducción y atención al cliente.
Otros estudios complementan esta visión. Microsoft Research identificó empleos particularmente expuestos, como intérpretes, traductores, agentes de viaje y programadores de máquinas CNC, mientras que la Reserva Federal de Nueva York reportó que, al menos en Estados Unidos, la IA todavía no ha generado despidos masivos, aunque sí un aumento en la capacitación laboral.
En países como España, se estima que podrían desaparecer hasta 400.000 empleos netos en la próxima década, aunque también surgirán nuevas oportunidades en sectores técnicos y creativos.
El panorama muestra que la inteligencia artificial ya no es una promesa futura, sino un factor de cambio presente que está redefiniendo el mercado laboral global y obligando a gobiernos, empresas y trabajadores a prepararse para una transformación sin precedentes.