El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes 5 de septiembre que el Departamento de Defensa podrá volver a ser llamado Departamento de Guerra, recuperando así su denominación histórica utilizada hasta 1947. La medida, firmada a través de una orden ejecutiva, busca —según la Casa Blanca— “reivindicar la fuerza y el carácter combativo de la nación”.
El cambio tendrá, por ahora, un carácter simbólico: el nombre oficial de la institución continuará siendo “Departamento de Defensa”, ya que solo el Congreso tiene la facultad legal para modificarlo en los documentos formales. Sin embargo, a partir de ahora se permitirá el uso de títulos como “Secretario de Guerra” en ceremonias y comunicaciones oficiales no jurídicas.
La decisión revive un término cargado de historia. El Departamento de Guerra existió desde 1789 hasta la posguerra de 1947, cuando las reformas impulsadas tras la Segunda Guerra Mundial llevaron a la creación del actual Departamento de Defensa. Trump, en su segundo mandato, afirma que el nuevo uso del término refleja “orgullo, realismo y fortaleza” frente a los desafíos globales.
Mientras tanto, sectores políticos y académicos ya han manifestado críticas, advirtiendo que la medida puede enviar un mensaje belicista en un contexto internacional marcado por tensiones crecientes.