
Donald Trump ha lanzado una ofensiva global para asegurarse minerales esenciales para el liderazgo tecnológico de Estados Unidos. Impulsa la explotación minera en los fondos marinos y negocia el acceso a yacimientos en África y Ucrania, ofreciendo protección militar a cambio. El acuerdo con Ucrania, que posee 22 de los 50 materiales críticos identificados por Washington, se hace esperar en un contexto de guerra comercial con China y daños provocados por la guerra.