Trump abre la puerta a Maduro: “Quiere hablar conmigo y veremos qué pasa”

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este domingo que Nicolás Maduro “quiere conversar” con él y dejó entreabierta la posibilidad de un diálogo directo, en medio del mayor despliegue militar estadounidense en el Caribe desde la crisis de los misiles de Cuba.

“Podríamos tener discusiones con Maduro, y veremos cómo resulta eso. Ellos quisieran hablar… Yo hablo con cualquiera, veremos qué pasa”, declaró Trump a la prensa en Palm Beach, Florida, tras salir de su club Mar-a-Lago.

La declaración llega apenas una semana antes de que entre en vigor (24 de noviembre) la designación del “Cártel de los Soles” —vinculado por Washington a altos funcionarios del chavismo— como organización terrorista extranjera, una medida que amplía el arsenal legal y militar contra el régimen venezolano.

En la región, el portaaviones nuclear USS Gerald R. Ford, escoltado por destructores y submarinos, permanece frente a las costas venezolanas bajo el mando del Comando Sur, realizando operaciones antidrogas que ya han destruido 14 embarcaciones sospechosas en las últimas dos semanas.

Fuentes de la Casa Blanca consultadas por este medio indicaron que, aunque no hay fecha ni agenda confirmada, “existe un canal indirecto activo” a través del enviado especial Richard Grenell y del asesor para América Latina, Mauricio Claver-Carone. “El mensaje es claro: cualquier conversación será bajo presión máxima y con resultados concretos sobre la mesa”, señaló un alto funcionario que pidió anonimato.

En Caracas, el propio Maduro había adelantado el sábado en su programa “Con el mazo dando” que estaba “dispuesto al diálogo directo, respetuoso y de igual a igual” con Trump. Horas después, la vicepresidenta Delcy Rodríguez publicó en X: “Venezuela no se arrodilla, pero siempre estará abierta a la paz”.

La oposición venezolana reaccionó con cautela. María Corina Machado escribió en redes sociales: “Diálogo sí, pero no para oxigenar una dictadura. Cualquier negociación debe tener como objetivo elecciones libres y la salida del poder de Maduro”.

Desde México, la presidenta Claudia Sheinbaum ofreció este lunes mediar: “América Latina necesita diálogo y no cañoneros. México está listo para facilitar el entendimiento”.

Analistas consultados coinciden en que Maduro busca alivio inmediato de sanciones petroleras y evitar una acción militar directa, mientras Trump utiliza la amenaza como palanca para forzar concesiones históricas: desmantelamiento de redes de narcotráfico, liberación de presos políticos y, eventualmente, una transición ordenada.

Hasta el cierre de esta edición no se ha anunciado ningún encuentro formal, pero el solo hecho de que Trump hable públicamente de “discusiones con Maduro” marca un giro radical respecto a la política de “máxima presión” que caracterizó su primer mandato.

El Caribe contiene la respiración. La próxima semana podría escribirse un nuevo capítulo en una crisis que lleva más de una década.