
Siria vivió este 5 de octubre un hecho histórico al celebrar sus primeras elecciones parlamentarias desde la caída del régimen de Bashar al Asad, en diciembre de 2024. El proceso, organizado bajo el liderazgo del presidente de transición Ahmed al-Sharaa, busca marcar el inicio de una nueva etapa política tras más de dos décadas de autoritarismo.
El nuevo parlamento estará conformado por 210 escaños, de los cuales 140 se eligen mediante un sistema indirecto y 70 serán designados por el propio presidente. Aunque el evento fue presentado como un paso hacia la reconstrucción democrática del país, diversas organizaciones internacionales han expresado preocupación por la falta de voto popular directo y la exclusión de algunas regiones aún afectadas por la violencia.
A pesar de las críticas, las autoridades interinas consideran que estas elecciones simbolizan el primer avance real hacia la reconciliación nacional y la reconstrucción institucional de Siria después de años de guerra y división.