Propuesta del ministro de Justicia para el sistema penal acusatorio.

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​El ministro de Justicia, Eduardo Montealegre, ha propuesto una reforma profunda al Sistema Penal Acusatorio (SPA) en Colombia, basándose en la idea de que el modelo actual ha colapsado y es responsable de la alta impunidad en el país. En sus declaraciones, el ministro mencionó que la Fiscalía recibe anualmente más de un millón de denuncias y no tiene la capacidad para responder a todas, lo que evidencia la ineficiencia del sistema.

​Como alternativa, ha señalado el método penal norteamericano como una referencia. Esta propuesta buscaría optimizar los procesos judiciales y, en palabras de Montealegre, dar coherencia a la política criminal del Estado.

​Puntos clave de la propuesta

​La reforma se centraría en varios puntos para agilizar la justicia:

  • Supresión de audiencias: Eliminar las audiencias de formulación de imputación para simplificar el proceso.
  • Negociaciones y acuerdos: Fortalecer y reformar los preacuerdos y el principio de oportunidad, que son herramientas para que la Fiscalía y el acusado lleguen a un acuerdo y eviten un juicio largo.
  • Justicia premial: Implementar de manera más efectiva la justicia premial, que otorga beneficios a los acusados que colaboran con la justicia.
  • Beneficios post-sentencia: Conceder beneficios por colaboración eficaz incluso después de que una persona ha sido condenada.

​Críticas al sistema penal acusatorio actual

​La posición del ministro Montealegre no es nueva. Desde la implementación de la Ley 906 de 2004, que trajo el sistema acusatorio a Colombia, diversas voces han señalado fallas en su funcionamiento. Entre las críticas más comunes están:

  • Lentitud y congestión: A pesar de haber sido diseñado para ser más ágil, el sistema ha sufrido de una gran congestión judicial, lo que ha llevado a procesos lentos y demoras en las decisiones.
  • Aumento de la impunidad: La dificultad para procesar un alto volumen de casos ha resultado en el archivo de un gran número de investigaciones, contribuyendo a la sensación de impunidad.
  • Desequilibrio entre eficiencia y garantías: Algunos críticos argumentan que, en la búsqueda de la eficiencia, se ha puesto en riesgo el debido proceso y las garantías para los acusados.
  • Uso excesivo de la detención preventiva: Se ha criticado el uso de la detención preventiva como una regla general, en lugar de ser una medida excepcional, lo que contradice el espíritu garantista del sistema.

​Con esta propuesta, el ministro Montealegre busca reavivar el debate sobre cómo reformar la justicia penal en el país, enfrentando directamente las debilidades del sistema actual y abriendo la discusión sobre posibles soluciones basadas en modelos internacionales.