
El presidente Gustavo Petro manifestó su interés en modificar el Tratado de Libre Comercio (TLC) que Colombia mantiene con Estados Unidos. No obstante, expertos en comercio exterior y dirigentes gremiales señalaron que se trata de un proceso complejo que no puede resolverse únicamente con la voluntad del Gobierno colombiano.
De acuerdo con los especialistas, cualquier cambio al acuerdo requiere una negociación formal entre ambos países y, posteriormente, la aprobación de sus respectivos Congresos. Por ello, advirtieron que no se trata de una decisión que pueda ejecutarse de manera inmediata o unilateral.
Los gremios del sector comercial y exportador expresaron, además, su preocupación por la incertidumbre que podría generar esta discusión en materia de inversión extranjera y acceso a mercados internacionales. Aseguran que revisar los términos del TLC en este momento podría afectar la confianza de los socios estratégicos y enviar señales negativas a los inversionistas.
El tratado, vigente desde 2012, ha sido uno de los pilares del intercambio económico entre Colombia y Estados Unidos, su principal socio comercial. Cualquier eventual renegociación, según analistas, tendría implicaciones profundas en sectores clave como el agrícola, el industrial y el de servicios.