Paloma Valencia y la Gran Consulta por Colombia: unidad, tensiones y cálculo electoral.

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La decisión de Paloma Valencia de aceptar su ingreso a la Gran Consulta por Colombia redefine el panorama de la centroderecha de cara a las elecciones presidenciales de 2026. Este mecanismo, concebido como una consulta interpartidista para elegir un candidato único, busca evitar la dispersión del voto y consolidar una alternativa sólida frente al oficialismo. Con la entrada de la senadora del Centro Democrático, el proceso gana peso político, pero también mayor complejidad interna.


La Gran Consulta por Colombia está conformada por precandidatos y sectores que se ubican en la centroderecha y la derecha democrática. Entre sus figuras más visibles se encuentran Vicky Dávila, Juan Daniel Oviedo y otros liderazgos políticos y técnicos que han promovido un discurso de cambio frente al gobierno actual, con énfasis en seguridad, manejo económico e institucionalidad. A este grupo se suma ahora Valencia, quien representa una corriente ideológica más definida y con fuerte arraigo partidista, especialmente dentro del uribismo.


Desde el punto de vista estratégico, la llegada de Paloma Valencia implica que el Centro Democrático opta por competir dentro de un esquema de unidad y no por fuera de él. Esto fortalece la consulta en términos de legitimidad y maquinaria electoral, pero también introduce tensiones programáticas. Valencia no solo competirá por votos, sino por el liderazgo ideológico del bloque, en un escenario donde otros precandidatos buscan ampliar el espectro hacia sectores independientes y moderados.


En este contexto, la Gran Consulta por Colombia deja de ser un simple trámite electoral y se convierte en un espacio de disputa política y narrativa. El desafío no será solo elegir un ganador, sino lograr que, tras la consulta, los derrotados respalden al candidato único sin fracturas. La decisión de Valencia es una señal de pragmatismo político, pero el verdadero examen de unidad llegará cuando la contienda interna termine y el bloque deba demostrar que puede actuar como una sola fuerza rumbo a 2026.