
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, declaró este domingo el estado de excepción en diez provincias del país ante la intensificación de las protestas por la eliminación del subsidio al diésel. La medida, que tendrá una vigencia de 60 días, busca —según el decreto presidencial— “restablecer el orden público y garantizar la seguridad ciudadana” tras varios días de bloqueos viales, enfrentamientos con la fuerza pública y paralización de actividades productivas.
Las manifestaciones, impulsadas por sectores indígenas, transportadores y campesinos, surgieron luego de que el Gobierno aumentara el precio del diésel de 1,80 a 2,80 dólares por galón. Noboa argumentó que la eliminación del subsidio es necesaria para reducir el déficit fiscal y destinar recursos a programas sociales; sin embargo, los manifestantes consideran que la medida golpea especialmente a las comunidades rurales y al transporte público.
El estado de excepción rige en las provincias de Pichincha, Cotopaxi, Tungurahua, Chimborazo, Bolívar, Cañar, Azuay, Orellana, Sucumbíos y Pastaza. Con este decreto, el Ejecutivo restringe temporalmente el derecho a reunión y autoriza la movilización de las Fuerzas Armadas para apoyar a la Policía en el control del orden.
Mientras tanto, la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (Conaie) advirtió que las movilizaciones continuarán hasta que el Gobierno revierta el aumento del combustible y convoque a un diálogo nacional con garantías. El país enfrenta, así, una de sus mayores tensiones sociales desde el inicio del mandato de Noboa.