
El reciente video de Mr. Beast explorando sitios arqueológicos mayas en México ha desatado una inesperada controversia. Acusado por la Secretaría de Cultura y el INAH de incumplir permisos, acceder a áreas restringidas y utilizar el patrimonio con fines lucrativos al promocionar su marca, el famoso youtuber enfrenta posibles acciones legales. Mientras las autoridades mexicanas enfatizan la presunta información falsa mostrada en el video y exigen una retractación, muchos argumentan que la visita de Mr. Beast representa una invaluable campaña turística gratuita para el país, alcanzando a una audiencia global masiva que de otra forma sería inalcanzable.
Este peculiar enfrentamiento plantea un debate sobre el equilibrio entre la protección del patrimonio cultural y el potencial del entretenimiento digital para la promoción turística. La cuestión de si las acciones de Mr. Beast justifican la indignación y las posibles demandas, o si se trata de una reacción exagerada ante una oportunidad de publicidad sin precedentes, divide opiniones. Mientras el mundo espera la respuesta del youtuber, este caso sin duda invita a reflexionar sobre las nuevas dinámicas entre la creación de contenido, el turismo y la preservación de la historia.