México y Japón se han consolidado como los campeones de la baja tasa de desempleo dentro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) durante el último año. Ambos países han mantenido cifras consistentemente bajas, destacándose como ejemplos de estabilidad en sus mercados laborales.
En marzo de 2025, por ejemplo, tanto Japón como México registraron una impresionante tasa de desempleo del 2.5%, situándose como las más bajas entre todas las naciones de la OCDE. Este logro los posiciona por delante de otras economías robustas como la República Checa, con un 2.6%, y Corea del Sur, que marcó un 2.7%. Estas cifras no son un hecho aislado, sino que reflejan una tendencia sostenida a lo largo de los meses.
La capacidad de estas dos economías para mantener a su fuerza laboral empleada a estos niveles es un indicativo de la resiliencia de sus mercados internos. Si bien las dinámicas económicas de Japón y México son diversas, su convergencia en este indicador clave subraya la efectividad de sus respectivas políticas laborales y la vitalidad de sus sectores productivos, que logran absorber y retener talento, incluso frente a desafíos económicos globales.