
Fuente: El Mundo
En medio de la devastación que deja la ofensiva israelí sobre Gaza, la cifra de víctimas infantiles se ha convertido en uno de los testimonios más dolorosos de la guerra. Más de 18 500 niños han perdido la vida desde octubre de 2023, según los registros del Ministerio de Salud gazatí y organismos internacionales como UNICEF.
Para no permitir que estas muertes queden reducidas a números, se han publicado documentos con miles de nombres: listas que ocupan centenares de páginas y que muestran, uno a uno, a los pequeños que ya no están. En ellas aparecen bebés de apenas semanas, niños de primaria, adolescentes que soñaban con un futuro interrumpido.
La lectura de estos nombres se ha convertido en un acto de memoria y denuncia. Más allá de las cifras, se trata de recordar que cada número correspondía a una vida, una familia, un proyecto truncado. Es una forma de resistir al olvido y de exigir que el mundo mire de frente la magnitud de la tragedia.
El dolor de Gaza, con miles de padres y madres de luto, trasciende fronteras y obliga a reflexionar: la infancia no debería ser nunca el precio de la guerra.