
En el marco del octavo encuentro y feria renovable de Barranquilla, organizado por SER Colombia, el ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, reafirmó el compromiso gubernamental con el impulso de las energías renovables, destacando al Estado como un cliente y motor clave para estas iniciativas. No obstante, la jornada tomó un giro crítico cuando el ministro abordó la pendiente y millonaria deuda de subsidios energéticos, ascendente a más de 2.3 billones de pesos correspondientes a 2024 y 2025, que el gobierno adeuda a las empresas generadoras de energía y gas.
Palma también se refirió al reciente pago de la deuda de Air-e, superior a los 230 mil millones de pesos, pero fue enfático en que el gobierno solo asumirá deudas por subsidios y no aquellas generadas por la propia empresa. Ante la pregunta de un periodista sobre la posibilidad de que surjan nuevas crisis como la de Electricaribe o el “fracaso” de Air-e, el ministro deslizó una contundente hipótesis: la politiquería podría ser la raíz de la inestabilidad energética en la costa, en contraste con el funcionamiento de las generadoras del interior del país.