
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha criticado enérgicamente la imposición de aranceles del 50% por parte del gobierno de Donald Trump a productos brasileños, calificándolas de “chantaje inaceptable” y una interferencia en la soberanía de Brasil.
Lula ha enfatizado que Brasil negociará como un país soberano y no aceptará imposiciones. Ha reiterado que las decisiones judiciales internas de Brasil, como el juicio contra el expresidente Jair Bolsonaro, no deben ser utilizadas como justificación para medidas comerciales punitivas. Trump, por su parte, ha vinculado los aranceles a este juicio, que considera una “cacería de brujas”.
El gobierno brasileño ha expresado su indignación y ha afirmado que responderá a las tarifas de Estados Unidos, incluso amenazando con imponer aranceles recíprocos. Lula ha manifestado que si Estados Unidos aplica un arancel del 50%, Brasil hará lo mismo. Además, Brasil ha apelado a la Organización Mundial del Comercio (OMC), argumentando que los aranceles no pueden usarse para interferir en la soberanía de los países.
Varios países, incluyendo la Unión Europea, Canadá, India, Rusia y China, han manifestado su apoyo a la postura de Brasil, criticando el uso unilateral de medidas comerciales con fines de interferencia política.