
Tel Aviv/Teherán – 12 de junio de 2025 – En una escalada sin precedentes, Israel ejecutó hoy una serie de ataques aéreos coordinados contra objetivos militares y nucleares dentro de Irán. El Ministerio de Defensa israelí confirmó la operación, que incluyó reportes de fuertes explosiones en la capital iraní, Teherán, marcando un giro drástico en las tensiones de larga data entre ambas naciones.
Bautizada como “Operación León Ascendente”, la ofensiva israelí fue descrita por las autoridades de Tel Aviv como una medida “preventiva y basada en inteligencia”. El objetivo principal, según declaraciones oficiales, es “repeler una amenaza iraní a la propia supervivencia de Israel”, con una particular y persistente preocupación sobre el programa nuclear de Teherán. El Primer Ministro Benjamin Netanyahu, en un pronunciamiento posterior a los ataques, reiteró la determinación de su país, afirmando que la operación continuaría “tantos días como sea necesario para eliminar esta amenaza”.
La acción israelí se produce días después de que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) emitiera un informe crítico, señalando que, por primera vez en dos décadas, Irán no había cumplido con sus obligaciones nucleares. Esta revelación, sumada a recientes informes no confirmados sobre la muerte de altos cargos del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y dos físicos, podría haber precipitado la decisión de Israel.
La respuesta iraní ante esta agresión aún está por manifestarse, aunque previamente, Teherán había advertido que estaba “preparado para la guerra a cualquier nivel”. En previsión de posibles represalias, Israel ha declarado el estado de emergencia a nivel nacional y ha cerrado su espacio aéreo, anticipando la posibilidad de lanzamientos de misiles balísticos por parte de Irán. Por su parte, Estados Unidos ha emitido un comunicado oficial aclarando que no participó ni brindó asistencia en la ofensiva israelí. La comunidad internacional observa con creciente preocupación la evolución de los acontecimientos.