
Teherán, Irán – En un sombrío acto de luto y desafío, Irán ha llevado a cabo un funeral de estado para aproximadamente 60 científicos y altos funcionarios militares que perdieron la vida durante un conflicto de 12 días con Israel. Las solemnes procesiones tuvieron lugar en Teherán en el quinto día de una frágil tregua, con líderes iraníes prometiendo retribución y negándose a ceder ante la presión internacional.
Los funcionarios iraníes no escatimaron en promesas de venganza, jurando que privarán a Israel del sueño y buscarán una completa retribución por la muerte de sus “mártires”. En un tono desafiante, se afirmó que la única respuesta viable a Israel es continuar por el camino de los caídos, rechazando categóricamente cualquier negociación, rendición o compromiso. Se enfatizó que cualquier intento de conciliación sería considerado una traición a la revolución y a la sangre derramada por los mártires.
El conflicto se originó el 13 de junio, cuando Israel lanzó una ofensiva con el objetivo declarado de evitar que Irán adquiera una bomba atómica. Irán, por su parte, ha mantenido consistentemente que su programa nuclear tiene fines exclusivamente civiles, negando cualquier intención de desarrollar armas nucleares. Los bombardeos israelíes se enfocaron en instalaciones nucleares y militares, cobrándose la vida de figuras clave dentro del programa nuclear iraní.
La escalada del conflicto se intensificó el 22 de junio, cuando Estados Unidos, un aliado cercano de Israel, se unió a la ofensiva, bombardeando tres plantas nucleares. La tensión no ha disminuido, y el presidente de EE. UU., Donald Trump, ha advertido que se producirán más ataques contra Irán si la República Islámica enriquece uranio a niveles que le permitan obtener armas nucleares. La situación actual subraya la volátil dinámica en la región, con Irán firme en su postura y las potencias occidentales vigilando de cerca sus actividades nucleares.