
Manchester amaneció sacudida por un ataque que ya está siendo investigado como un acto terrorista contra la comunidad judía.
El ataque
Según los reportes oficiales, alrededor de las 9:00 a.m. (hora local), un hombre irrumpió en las inmediaciones de la sinagoga de Heaton Park, al norte de la ciudad. Primero embistió con un coche a varios fieles que salían de un servicio religioso, y luego descendió del vehículo armado con un cuchillo, atacando indiscriminadamente.
Como resultado, dos personas de la comunidad judía murieron en el lugar, mientras que otras cuatro permanecen hospitalizadas con heridas graves.
Respuesta policial
La policía llegó a la zona en cuestión de minutos. Testigos aseguran que el atacante intentó entrar de nuevo a la sinagoga, pero fue abatido por los agentes antes de lograrlo.
Ante el riesgo de un posible atentado en curso, la Policía Metropolitana activó PLATO, el protocolo nacional británico diseñado para responder a ataques terroristas “merodeadores” (es decir, cuando hay un agresor activo aún no neutralizado).
Posteriormente, fueron arrestadas dos personas sospechosas de estar vinculadas con el atacante. Además, un equipo antibombas intervino tras hallarse objetos sospechosos cerca de la escena, aunque no se ha confirmado si se trataba de explosivos.
Reacción política y nacional
La magnitud del hecho obligó al primer ministro Keir Starmer a suspender su agenda en el exterior y regresar de urgencia al Reino Unido para presidir la reunión de emergencia del comité de crisis COBRA, encargado de coordinar la respuesta gubernamental en casos de terrorismo o amenazas graves.
Por su parte, el Rey Carlos III expresó estar “profundamente conmocionado y entristecido” y envió sus condolencias a las víctimas y sus familias.
Contexto
El ataque ocurre en un momento de gran tensión en Europa, donde las autoridades han advertido sobre un aumento de amenazas contra comunidades judías debido al recrudecimiento de conflictos internacionales en Medio Oriente y el auge de la radicalización en línea.
