Hamás acepta entregar sus armas a un comité egipcio-palestino, pero rechaza gestión internacional en Gaza

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En un giro inesperado dentro de las negociaciones sobre el futuro de Gaza, el movimiento islamista Hamás anunció que está dispuesto a entregar sus armas a un comité egipcio-palestino, como parte de un plan para avanzar hacia la estabilidad en la región. Sin embargo, el grupo rechazó de manera tajante cualquier propuesta de administración internacional del enclave, tal como plantean Estados Unidos y varios países aliados.

Según fuentes cercanas al proceso de mediación, la propuesta contempla que las armas de Hamás sean entregadas a fuerzas palestinas entrenadas en Egipto y Jordania, bajo supervisión del gobierno egipcio. Esta medida busca facilitar una transición de seguridad que evite un vacío de poder en la Franja tras el fin de los combates.

No obstante, Hamás se opone firmemente a que un comité internacional —como el sugerido por Washington y que podría incluir al ex primer ministro británico Tony Blair— asuma el control político o administrativo del territorio. El grupo insiste en que la gestión de Gaza debe quedar exclusivamente en manos palestinas, dentro de un marco coordinado entre las facciones locales y la Autoridad Nacional Palestina.

La postura de Hamás representa tanto una señal de flexibilidad como de resistencia: acepta una supervisión regional, pero no cede soberanía a actores internacionales. Mientras Egipto y Catar continúan actuando como mediadores, Israel y Estados Unidos evalúan si esta propuesta es suficiente para avanzar hacia un alto al fuego y un nuevo orden político en Gaza.