¿Gustavo Petro vs. los medios: estrategia política o guerra por el control narrativo?

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El presidente Gustavo Petro ha convertido su relación con los medios de comunicación en uno de los ejes centrales de su gobierno. Desde su posesión en 2022, el mandatario ha mantenido una tensión constante con la prensa tradicional, acusándola de ser parte de la “oligarquía” que, según él, se resiste al cambio. Pero, ¿se trata de una batalla ideológica legítima o de una estrategia calculada para controlar el relato político?

La estrategia del conflicto permanente

Analistas políticos señalan que Petro ha adoptado un manual clásico del populismo: crear un enemigo externo para mantener movilizada su base. Al enfrentarse a los medios, logra:

  • Distraer de temas como el estancamiento de sus reformas.
  • Unir a sus seguidores bajo la idea de una “lucha contra el establishment”.
  • Dominar la agenda noticiosa, pues cada declaración suya genera reacciones inmediatas.

Ejemplo claro fue su transmisión en vivo de los consejos de ministros, una jugada que, aunque criticada por algunos como show mediático, le permitió comunicarse directamente con la ciudadanía, sin filtros.

Medios tradicionales vs. alternativos: ¿Doble discurso?

Mientras Petro acusa a grandes medios de estar en su contra, su gobierno ha buscado fortalecer medios alternativos y digitales, muchos afines a su discurso. Sin embargo, críticos denuncian que este apoyo es selectivo: solo beneficiaría a quienes lo respaldan.

“Es una paradoja: critica la concentración mediática, pero repite el mismo modelo con sus aliados”, afirma [nombre de analista, si aplica].

El riesgo para la democracia

Expertos en comunicación advierten que la polarización mediática debilita el debate público:

  • Los medios tradicionales caen en la trampa del clickbait, cubriendo cada provocación.
  • Los seguidores de Petro desconfían de cualquier crítica, tachándola de “fake news”.
  • La prensa alternativa oficialista no siempre ejerce contrapeso, limitándose a repetir el discurso gubernamental.

¿Y las elecciones 2026?

Con intención de voto favorable a figuras del Pacto Histórico como Gustavo Bolívar, Petro parece confiar en que su narrativa seguirá vigente. Pero si la oposición logra enfoque en problemas concretos (inflación, seguridad, reformas incumplidas), el relato de “la lucha contra los medios” podría perder fuerza.

Petro ha demostrado ser un maestro del juego comunicacional, pero su batalla contra la prensa plantea preguntas incómodas:

  • ¿Es una pelea legítima por democratizar la información?
  • ¿O una cortina de humo para evitar rendir cuentas?

Mientras tanto, Colombia sigue dividida entre quienes lo ven como un líder transformador y quienes lo acusan de autoritarismo disfrazado.