Fundación Juanfe: Ser niña en Colombiaes un acto de resistencia

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En el Día Internacional de la Niña, la Fundación Juanfe resalta el panorama en Colombia, Medellín, Cartagena y Urabá.

En Colombia viven cerca de 14 millones de niñas, niños y adolescentes (0 a 17 años), lo que equivale al 26,9 % de la población, según la proyección poblacional de niñez del DANE para 2025. Sin embargo, para millones de ellas, crecer en este país sigue siendo un desafío de supervivencia económica, emocional y social.
El nuevo número del newsletter “Ser niña en Colombia”, publicado por la Fundación Juanfe en el marco del Día Internacional de la Niña, presenta un análisis profundo sobre la realidad que enfrentan las niñas colombianas: pobreza, violencia, falta de oportunidades y una deuda histórica que el país aún no logra saldar.
Las cifras son alarmantes. Más de 8 millones de menores viven en pobreza monetaria y más de 3 millones en pobreza extrema. Colombia ocupa el primer lugar entre los países de la OCDE con mayor tasa de pobreza infantil (35 %). Entre 2022 y 2023, el 45 % de los casos de violencia infantil atendidos por el ICBF fueron agresiones sexuales, y el 87 % de las víctimas eran niñas. Entristece la ya documentada violencia institucional, en Colombia la impunidad en materia de violencia a las niñas es muy alta (97-98 %), según datos de Unicef, desistimulando permanentemente la denuncia. Según Medicina Legal, hasta agosto de 2025 se han registrado 5.053 casos de violencia intrafamiliar donde las principales víctimas son las niñas. El año pasado fueron 5.297. No estamos mejorando.
A esto se suma la violencia emocional: casi la mitad de las niñas y adolescentes en el país (44,7 %) presenta signos de afectación mental, y los casos de suicidio en menores aumentan año tras año. “En este país no celebramos el Día de la Niña, lo conmemoramos. Porque no hay nada que celebrar mientras sigan creciendo entre la pobreza y la indiferencia”, afirma Catalina Escobar, presidenta de la Fundación Juanfe.
El boletín aborda además las profundas desigualdades regionales: en Medellín, solo el 1,5 % de las madres adolescentes acceden a formación técnica laboral; en Cartagena, el 43,6 % de la población vive con menos del salario mínimo; y en Urabá, la inseguridad alimentaria severa supera el 50 %.
Pese al panorama, el documento también muestra caminos de esperanza. El Modelo 360° de la Fundación Juanfe, que combina educación técnica, acompañamiento psicológico y salud sexual, ha demostrado que una joven formada puede duplicar sus ingresos en un año y aumentar su probabilidad de conseguir empleo formal en un 79 %. “Invertir en las niñas no es un gesto de compasión, es una decisión inteligente y urgente. Cada peso invertido en su educación y bienestar puede ahorrar cinco en costos sociales futuros”, señala Escobar.
El newsletter “Ser niña en Colombia” invita a leer, reflexionar y actuar. Porque la infancia no puede seguir siendo la deuda pendiente de este país.