
En un gesto sin precedentes para la oposición democrática venezolana, la vicepresidenta ejecutiva María Corina Machado y el presidente electo Edmundo González se reunieron este martes en Oslo, en el que se considera el primer encuentro presencial desde las elecciones del 28 de julio. La cita ocurrió en medio del exilio forzado de González y la prolongada clandestinidad de Machado, condiciones que habían impedido cualquier reunión directa durante meses.
El encuentro, celebrado en la capital noruega, se interpreta como un paso estratégico en la recomposición internacional de la oposición venezolana, que busca relanzar su agenda unificada tras la creciente presión diplomática sobre el gobierno de Nicolás Maduro. Las imágenes y testimonios de la reunión fueron recibidos como un mensaje de cohesión en un momento decisivo para las negociaciones globales.
La reunión también representa una renovación del liderazgo opositor en el escenario internacional. Tanto Machado como González llegan a Oslo con el respaldo de gobiernos y organismos que desconocieron los resultados proclamados por el chavismo y siguen defendiendo el mandato derivado del voto ciudadano. Con este gesto, la oposición intenta proyectar rumbo, legitimidad y una narrativa común en un ciclo político que continúa redefiniéndose dentro y fuera de Venezuela.