Fuente: Reuters
El debut de Tilly Norwood, una “actriz” generada por inteligencia artificial, ha desatado polémica en la industria cinematográfica. La creación, presentada recientemente por su productor, fue anunciada con orgullo como una alternativa a los actores tradicionales y, según él, ya habría despertado interés entre varios ejecutivos de estudio.
La reacción no se hizo esperar. El sindicato de actores de Hollywood, SAG-AFTRA, condenó públicamente la iniciativa, advirtiendo sobre los riesgos de reemplazar a los intérpretes humanos con figuras “sintéticas”. La organización recordó que el uso de IA en el entretenimiento ha sido uno de los puntos más sensibles en las recientes negociaciones laborales, pues amenaza la protección de los derechos de los artistas y la preservación de su trabajo.
“Los actores no son prescindibles, no se pueden reducir a un código ni reemplazar con algoritmos”, señaló el sindicato en un comunicado, instando a los estudios a no cruzar esa línea.
El caso de Tilly Norwood reaviva el debate sobre el futuro de la actuación en la era digital y plantea nuevas preguntas sobre hasta dónde llegará Hollywood en la adopción de personajes creados con inteligencia artificial.