
Fuente: Caracol Radio
En medio del Congreso Colombiano de la Construcción organizado por Camacol en Barranquilla, el debate sobre los subsidios de vivienda vuelve a encenderse. El programa estrella “Mi Casa Ya”, diseñado para facilitar la adquisición o mejoramiento de hogares a familias de bajos ingresos, ha pasado de ser un motor de la economía a un símbolo de recortes fiscales bajo el gobierno de Gustavo Petro. Con una meta inicial de 50.000 subsidios anuales que se ha reducido drásticamente a solo 10.919 para 2025, el sector constructor clama por una reactivación urgente, mientras el Ejecutivo defiende su enfoque en la equidad social. Esta es la historia de un programa clave, sus altibajos y cómo se compara con administraciones anteriores.
El Origen y la Estructura de los Subsidios
Lanzado en 2015 durante el gobierno de Juan Manuel Santos, “Mi Casa Ya” se convirtió en un pilar para la vivienda de interés social (VIS) y prioritaria (VIP). El programa ofrece subsidios para la cuota inicial de viviendas nuevas, con montos que varían según los ingresos familiares medidos en salarios mínimos mensuales legales vigentes (SMMLV, $1.300.000 en 2025). Para hogares con hasta 2 SMMLV, el subsidio puede alcanzar los $39 millones, más una cobertura de tasas de interés por siete años. Aquellos entre 2 y 4 SMMLV reciben hasta $26 millones. Además, al combinarse con aportes de cajas de compensación como Colsubsidio o Compensar, los montos concurrentes pueden elevarse a $65 millones.
Para mejoramientos de vivienda existente –como reparaciones en techos, baños o cocinas–, el subsidio llega a $28,6 millones, enfocado en zonas rurales y urbanas vulnerables. Los requisitos son estrictos: no poseer vivienda propia, estar clasificado en el Sisbén IV (grupos A1 a D20) y no haber recibido subsidios previos. El proceso de aplicación se realiza a través del portal del Ministerio de Vivienda (www.minvivienda.gov.co) o cajas de compensación, con preaprobación de crédito bancario para compras.
Inicialmente, se habló de un presupuesto de $50 mil millones para una convocatoria, pero esto se clarificó como una meta de 50.000 subsidios anuales, con un costo promedio por subsidio de $30 millones. Con $50 mil millones, se estimaría cubrir entre 1.000 y 1.923 cupos, dependiendo del tipo. Sin embargo, el presupuesto total para vivienda en 2025 es mucho menor, lo que ha limitado las asignaciones.
Los Recortes Bajo Petro: ¿Crisis o Reajuste?
Desde la llegada de Petro en agosto de 2022, el programa ha enfrentado suspensiones. A junio de 2025, se habían entregado menos de 150 mil subsidios para adquisición de vivienda, beneficiando a más de 827.000 hogares. Además, se reportan 50.914 mejoramientos y 4.639 viviendas rurales nuevas, con un total de inversión de $8,9 billones. El gobierno destaca que superó en 104% su meta del Plan Nacional de Desarrollo (222.121 subsidios), priorizando a víctimas del conflicto y hogares en pobreza extrema (73% de los beneficiarios en Sisbén A-C).
Sin embargo, Camacol –la Cámara Colombiana de la Construcción– denuncia una reducción del 60% en los cupos: de 70.000 anuales en épocas previas a solo 20.000 en 2025, con apenas 752 programados para 2026. Guillermo Herrera, presidente de Camacol, ha criticado que “el gobierno acabó con Mi Casa Ya, dejando 70.000 damnificados y 45.000 en lista de espera”. Las ventas de VIS cayeron un 43% desde 2022, impactando el empleo (7% del PIB) y empujando a la informalidad.
El Ministerio de Vivienda, liderado por Helga Rivas, argumenta restricciones fiscales heredadas y un replanteamiento hacia subsidios para vivienda usada (Decreto 775 de 2025) y arrendamiento (hasta 90% del canon). En julio de 2025, se congelaron nuevas postulaciones a Mi Casa Ya, redirigiendo recursos a programas como “Cambia Mi Casa” para mejoramientos.
El Congreso de Camacol: ¿Por Qué Ahora?
El timing no es casual. En el congreso de Barranquilla (22-24 de octubre de 2025), Camacol presiona por un “Mi Casa Ya 2.0” con subsidios concurrentes y incentivos para ahorro. El evento reúne a constructores, alcaldes y funcionarios, en un contexto de fin de mandato para Petro (agosto de 2026) y elecciones cercanas. Analistas ven esto como una respuesta a presiones electorales: el déficit habitacional persiste en 4 millones de hogares, y el gobierno busca “números bonitos” antes de partir. Petro ha culpado a Duque por caídas previas en licencias VIS, mientras Camacol replica que los recortes actuales son “excusas fiscales”.
Comparación Histórica: Santos y Duque vs. Petro
Para contextualizar, miremos atrás:
- Juan Manuel Santos (2010-2018): Entregó cerca de 1,5 millones de VIS construidas, con 358.996 subsidios vía Mi Casa Ya (lanzado en 2015). Redujo el déficit habitacional del 12,5% al 5,6%, con un boom en ventas (+11% anual). Crítico: menos foco en rurales (solo 10% de subsidios).
- Iván Duque (2018-2022): Asignó 245.000 subsidios para compra (187.000 VIS), más 640.000 mejoramientos bajo “Casa Digna Vida Digna”. Superó metas en 182.870 subsidios (vs. 135.000 planeados), con ventas récord de 852.144 VIS pese a la pandemia. Énfasis en equidad: 7 de cada 10 a hogares <2 SMMLV.
- Gustavo Petro (2022-2025, parcial): Menos de 100 mil subsidios para adquisición hasta junio, más avances en rurales (+6.700% vs. Duque). Beneficia a 2,4 millones de personas, pero con suspensiones y metas ajustadas a 10.919 para 2025. En volumen bruto, Santos lidera por duración (8 años), Duque por eficiencia (4 años), y Petro por focalización en vulnerables, aunque con críticas por “inflar” cifras con subsidios de cajas.
¿Qué Sigue para los Colombianos?
Con cupos limitados, expertos recomiendan actuar rápido: afiliarse a cajas, verificar Sisbén y preparar documentos. Opciones alternativas incluyen subsidios de arrendamiento o para usada en zonas vulnerables. Mientras Camacol propone reformas para el próximo gobierno, el debate subraya una verdad: la vivienda digna sigue siendo un sueño esquivo para millones, entre promesas políticas y realidades presupuestales.