
Las primeras imágenes oficiales difundidas por autoridades estadounidenses confirmaron la captura de un segundo buque petrolero presuntamente vinculado al régimen de Nicolás Maduro, en una operación adelantada por la Guardia Costera de Estados Unidos en aguas del Caribe. La embarcación transportaba un cargamento ilícito de crudo que, según las investigaciones preliminares, tenía como objetivo evadir las sanciones internacionales impuestas a Venezuela.
De acuerdo con fuentes oficiales, el petróleo interceptado iba a ser comercializado mediante rutas clandestinas y empresas fachada, un mecanismo utilizado para ingresar recursos fuera del sistema financiero regulado. Las autoridades sostienen que estos fondos terminan financiando redes criminales asociadas al narcotráfico, entre ellas el denominado Cartel de los Soles, señalado por Washington como una estructura que mezcla actividades ilegales con apoyo desde sectores del poder venezolano.
La operación hace parte de una estrategia más amplia de control marítimo y persecución financiera en la región, orientada a frenar el comercio ilegal de hidrocarburos y a cortar las fuentes de financiación de organizaciones criminales transnacionales. Con esta nueva interceptación, ya son dos los buques petroleros capturados en operaciones recientes relacionadas con el mismo esquema.
Estados Unidos reiteró que continuará reforzando la vigilancia en el Caribe y la cooperación internacional para hacer cumplir las sanciones vigentes, al tiempo que avanza la investigación para establecer responsabilidades penales, identificar a los propietarios reales del buque y determinar el destino final del crudo incautado.