Conflicto por la Isla de Santa Rosa en el Amazonas.

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Fuente: CNN en Español.

La isla de Santa Rosa, enclavada en el río Amazonas, se ha convertido en el epicentro de un conflicto territorial que ha generado tensiones entre Perú y Colombia. Un reciente incidente, que involucra la supuesta incursión de una aeronave militar colombiana en el espacio aéreo peruano, ha subrayado la delicadeza de esta disputa.

Sandra Borda, profesora de la Universidad de Los Andes, explica que la renovada reclamación de Colombia sobre Santa Rosa se basa en varios puntos clave. Primero, Perú ha ejecutado acciones administrativas contundentes, como la declaración de Santa Rosa por parte de su Congreso como parte de un distrito peruano, lo que para ellos zanja el asunto. Sin embargo, Colombia argumenta que la sedimentación del río Amazonas es un factor crucial.

Durante más de una década, funcionarios colombianos han advertido que este proceso natural está creando nuevas formaciones de tierra, como Santa Rosa, y amenaza con aislar a Leticia, la capital del departamento colombiano de Amazonas, del flujo fluvial. Esta dinámica geográfica cambiante choca con la rigidez de los tratados fronterizos firmados en el siglo XX, que no contemplaron estas transformaciones. Además, la isla de Santa Rosa emergió en la década de 1950, después de la firma de los tratados existentes, lo que implica que su propiedad nunca fue formalmente adjudicada.

Borda enfatiza que resolver este dilema va más allá de un simple análisis legal o geográfico. Se necesita un enfoque interdisciplinario que considere no solo la formación geológica de la isla, sino también aspectos prácticos y humanos. Por ejemplo, quién provee los servicios públicos a los habitantes de la isla, muchos de los cuales son ciudadanos peruanos que, por proximidad, reciben servicios de Colombia.

En última instancia, la profesora sugiere que el núcleo del problema trasciende las meras reclamaciones territoriales. Apunta a las preocupaciones ambientales más amplias, como la deforestación en las cabeceras del río y la consecuente sedimentación. Borda aboga por el establecimiento de mecanismos permanentes de diálogo y negociación entre Perú y Colombia. Solo así podrán gestionar estos cambios y asegurar la sostenibilidad del vital río Amazonas para las futuras generaciones.