
Bogotá D.C. – La Policía Nacional de Colombia se encuentra en máxima alerta tras la revelación de un plan del Clan del Golfo para asesinar al director de la institución, el general Carlos Fernando Triana. Fuentes de inteligencia confirmaron que interceptaciones de comunicaciones evidenciaron la intención del grupo criminal de atentar contra el alto oficial y otros generales, utilizando granadas y fusiles. Este macabro complot es visto como una retaliación directa a los contundentes golpes que la fuerza pública ha asestado a la estructura del narcotráfico, incluyendo la captura de cientos de sus miembros y la incautación de más de 100 toneladas de estupefacientes en lo corrido del año.
El gobierno ha respondido con una recompensa de mil millones de pesos por información que conduzca a los responsables y ha ordenado arreciar la ofensiva contra el Clan del Golfo.
La amenaza contra el general Triana, quien asumió la dirección en un momento clave de la lucha contra el crimen organizado, ha puesto en el centro de la atención la creciente audacia de las mafias. El presidente Gustavo Petro ha vinculado estos planes directamente a las presiones que su administración ejerce sobre las “grandes mafias de Colombia”, reiterando que su gobierno no cederá ante la intimidación. Este episodio subraya la intensa confrontación que vive el país entre el Estado y los grupos armados ilegales, marcando un punto de inflexión en la estrategia de seguridad y reforzando la necesidad de una respuesta integral y sostenida para salvaguardar la institucionalidad y la vida de quienes la defienden.