
Con el 100 % de las mesas escrutadas, Chile cerró este domingo la primera vuelta presidencial más votada desde el retorno a la democracia. Más de 13,4 millones de chilenos (85,2 % del padrón) acudieron a las urnas en una jornada marcada por el retorno del voto obligatorio y una participación que superó en casi 38 puntos la elección de 2021.
La gran sorpresa fue la militante comunista y exministra del Trabajo Jeannette Jara (26,8 %), quien se impuso como la candidata más votada y se convirtió en la primera mujer del Partido Comunista en pasar a segunda vuelta en la historia del país. Su contendor será el ultraderechista José Antonio Kast (23,9 %), líder del Partido Republicano, que logró capitalizar el descontento con el gobierno de Gabriel Boric y el colapso de la centroderecha tradicional.
El tercer lugar lo ocupó Franco Parisi (18,6 %), del Partido de la Gente, quien, pese a no hacer campaña en terreno, mantuvo una base fiel en regiones extremas y anunció que no entregará respaldo explícito a ninguno de los finalistas. El libertario Johannes Kaiser (13,9 %) superó por escasos 20 mil votos a Evelyn Matthei (13,5 %), candidata de Chile Vamos, cuyo magro resultado provocó la disolución inmediata de la coalición que gobernó el país en dos períodos anteriores.
“Chile ha hablado claro: rechaza la violencia y el caos de los últimos años”, declaró Kast desde su comando en Las Condes, mientras prometió “recuperar el orden y la libertad económica”. En paralelo, Jeannette Jara celebró en el Teatro Caupolicán junto a militantes del PC y el Frente Amplio: “Este 26,8 % es el primer paso para profundizar los cambios que el pueblo demanda: dignidad en las pensiones, salud y educación pública de calidad”.
El mapa electoral mostró una división nítida: Jara arrasó en la Región Metropolitana y Valparaíso, Kast dominó en La Araucanía, Los Ríos y el Biobío rural, mientras Parisi se impuso en varias comunas del norte grande y el extremo sur.
En el Congreso, la derecha y ultraderecha lograron un avance significativo. Con 24 escaños de mayoría en la Cámara de Diputados (frente a 19 del oficialismo y aliados), el próximo gobierno –sea cual sea– enfrentará un Parlamento fragmentado y hostil. En el Senado, la oposición también logró equilibrar fuerzas, complicando la aprobación de reformas estructurales.
El balotaje del 14 de diciembre se transforma así en un plebiscito entre dos visiones antagónicas: un proyecto de izquierda continuista con fuerte énfasis social versus un programa ultraconservador centrado en seguridad, mano dura contra la delincuencia y reducción del tamaño del Estado.
A 27 días de la definición, los casi 950 mil votos de Franco Parisi y los 690 mil de Evelyn Matthei se convierten en la llave del próximo gobierno. Chile, una vez más, se jugará su futuro en una elección que promete ser tan ajustada como polarizada.