Fuente: RedMas Noticias.
La trágica muerte del senador Miguel Uribe ha puesto a la Unidad Nacional de Protección (UNP) en el centro de una exhaustiva investigación por parte de la Fiscalía General. Las declaraciones del director de la UNP han sido cruciales, revelando tanto la defensa de la institución como aspectos controvertidos de la seguridad del senador.
El director de la UNP, aunque expresó su pesar por el fallecimiento de Uribe, insistió en que la entidad cumplió con todos los protocolos establecidos para su protección. Para respaldar esta afirmación, anunció una investigación interna para verificar cada detalle: desde los procedimientos y protocolos seguidos, hasta la idoneidad del equipo, el estado de los vehículos y el armamento utilizados en el esquema de seguridad de Uribe.
Sin embargo, sus propias palabras generaron una fuerte controversia. El director admitió que parte del personal de seguridad de Uribe estaba “trasluchada” —es decir, había trabajado horas extras prolongadas— y que algunos escoltas estaban asignados a la protección de la familia del senador en lugar de dedicarse plenamente a él. Esta revelación fue ampliamente interpretada como un reconocimiento implícito de fallas en la implementación del esquema de seguridad. Este punto es especialmente delicado si se considera que el senador Uribe contaba con un número reducido de escoltas el día del ataque, una deficiencia que incluso el Presidente de la República había señalado previamente.
La UNP se encuentra ahora bajo un escrutinio intenso, con la opinión pública y las autoridades esperando que la investigación interna y la de la Fiscalía arrojen luz sobre las presuntas deficiencias en la protección del senador Uribe. El resultado de estas indagaciones podría tener implicaciones significativas para la entidad y sus futuros protocolos de seguridad.