El rey Carlos III y la reina Camila del Reino Unido realizaron este jueves una visita oficial al Vaticano, donde participaron en una ceremonia de oración conjunta con el papa León XIV. El encuentro, calificado como histórico por la prensa internacional, tuvo como propósito principal fortalecer los lazos entre la Iglesia de Inglaterra y la Iglesia católica, separadas desde la Reforma del siglo XVI.
Fue la primera vez en más de cuatro siglos que los líderes de ambas confesiones cristianas compartieron un momento de oración pública, un gesto ampliamente interpretado como símbolo de reconciliación y de apertura al diálogo interreligioso.
Durante la reunión privada, el monarca británico y el pontífice abordaron temas de interés común, como la sostenibilidad ecológica, la crisis climática y la urgencia de una cooperación internacional más sólida para proteger el medio ambiente, una causa que ambos han defendido de manera activa.
La visita, inicialmente prevista para comienzos del año, debió posponerse tras la enfermedad y posterior fallecimiento del papa Francisco. El viaje se desarrolló además en un contexto sensible para la monarquía británica, que enfrenta un nuevo escrutinio público por los vínculos del príncipe Andrés con el empresario estadounidense Jeffrey Epstein.