
Un juez federal de Estados Unidos desestimó este martes una demanda antimonopolio que señalaba a diez de los bancos más grandes de Wall Street de presuntamente conspirar para manipular los precios de los bonos corporativos.
La acusación sostenía que estas entidades habían restringido la competencia en el mercado secundario de dichos títulos, afectando a inversionistas y generando sobrecostos. Sin embargo, el tribunal concluyó que no existían pruebas suficientes para demostrar una coordinación ilícita entre los acusados.
Con este fallo, los bancos quedan libres de enfrentar un proceso que buscaba cuestionar sus prácticas en un mercado de enorme importancia financiera, valorado en billones de dólares.