La Armada de Colombia propinó este miércoles uno de los golpes más contundentes del año al narcotráfico al decomisar 2.621 kilogramos de clorhidrato de cocaína de alta pureza en aguas internacionales del mar Caribe, a 90 millas náuticas al noroccidente de Barranquilla.
La operación comenzó el lunes pasado cuando inteligencia naval detectó el zarpe de una lancha rápida tipo “Go Fast” desde algún punto de la costa atlántica colombiana con rumbo a Centroamérica. Durante más de 48 horas, unidades de la Fuerza Naval del Caribe mantuvieron vigilancia aérea y marítima permanente hasta interceptar la embarcación en alta mar.
Al verse rodeados por fragatas y patrulleras de Guardacostas, los cuatro tripulantes arrojaron al océano 105 bultos y emprendieron la huida. Gracias al inmediato despliegue de buzos tácticos, helicópteros y al apoyo del Centro de Investigaciones Oceanográficas e Hidrográficas del Caribe (CIOH), que modeló en tiempo real las corrientes y deriva de los paquetes, se logró recuperar la totalidad del cargamento.
“Es un mensaje claro a las organizaciones narcotraficantes: el Caribe colombiano no es ruta libre”, afirmó el contralmirante Germán Escobar, jefe de Operaciones Navales del Caribe.
El alcaloide, cuyo valor en el mercado ilegal supera los 125 millones de dólares, equivale a más de 6,5 millones de dosis que no llegarán a las calles de Centroamérica ni de Estados Unidos.
El decomiso ocurre en medio de fuertes cuestionamientos desde Washington a la política antidrogas del gobierno del presidente Gustavo Petro. Solo en lo que va de 2025, las Fuerzas Militares han incautado 820 toneladas de cocaína en todo el país, cifra que representa un incremento del 7 % respecto al año anterior, y la Armada supera ya las 150 toneladas interceptadas en el Caribe.
Aunque los tripulantes lograron escapar, la Armada y la Fiscalía avanzan en la identificación de la estructura criminal responsable mediante análisis de rutas, marcas en los bultos y rastreo de señales satelitales.
El cargamento fue trasladado esta tarde al muelle de la Base Naval ARC Bolívar en Cartagena, donde se cumplirá el protocolo de cadena de custodia antes de su incineración.